Hola, hipergrafista 👋
Cuando inicié este boletín quería hablar sobre creatividad y escritura.
Me interesaba —aún me interesa— meterme en la cabeza de quienes escriben libros.
Por eso entrevisté a un divulgador de ciencia como Gabriel León o a una cuentista y lectora voraz como María José Navia.
Fueron entrevistas largas, a través de mensajes de voz. Cocinadas a fuego lento.
Paulatinamente Hipergrafía transitó hacia otras estepas y etapas. Pero la escritura, como inquietud, siempre ha estado.
Hace unos meses conocí virtualmente a Soledad Martínez, antropóloga y PhD en geografía. Junto a Francisca Avilés, licenciada en estética y PhD en arquitectura y estudios urbanos, iniciaron un proyecto que me encanta.
Crearon Urdimbre, una comunidad de escritura académica.
En esta entrega de Hipergrafía te contaré más sobre esta iniciativa, por qué nació, en qué consiste y quiénes participan.
Y hacie el final: ¡recomendaciones de libros sobre escritura!
El diagnóstico
Soledad y Francisca partieron de un diagnóstico: en la cultura académica hay un vacío en relación a la práctica escritural.
“En la mayoría de las carreras universitarias no te enseñan a escribir, no te cuentan cómo ocurre ese proceso”, me dice Soledad en un correo.
“Te piden trabajos escritos cada vez más complejos y se da por hecho que sabes cómo hacerlo: cómo comenzar un texto, cómo estructurarlo, cómo editarlo”.
Esta situación traslada la culpa: creemos que la falencia está unica y exclusivamente en nosotros. Pero no es así. Escribir, dice Soledad, es una actividad compeljísima.
Por qué crear una comunidad
Las dos creadoras de Urdimbre pasaron por la experiencia de escribir una tesis doctoral y escriben regularmente para la academia.
Conocen sus problemas y dificultades. Y por eso quieren sacar el proceso de escritura del clóset.
“Buscamos que escribir sea una práctica placentera y no un martirio”, explica Soledad. “Para eso, es fundamental acompañarnos en un espacio en donde podamos escucharnos y aprender de otros que están en una situación parecida”.
Es decir, una comunidad para revertir ese traslado de la culpa: no se trata de un problema personal sino que de un reto. Complejo, pero que se puede trabajar en colaboración.
Una pausa para contarte que mi Instagram se convirtió en un diario mural de lecturas.
Cómo son las sesiones de Urdimbre
“Nos juntamos una vez a la semana durante dos horas por Zoom”, dice Soledad. Hay dos horarios disponibles (de Chile): miércoles de 8 a 10 am y jueves de 16 a 18 horas.
Cada sesión se divide en tres momentos.
Se comienza con un ejercicio para soltar la mano. “Abordamos distintos aspectos de la escritura: superar el bloqueo de la página en blanco, técnicas para estructurar mejor nuestros textos, explorar nuestras propias forma de pensar y escribir, nuestras rutinas, nuestro cuerpo…”.
Sigue una hora de trabajo individual. “Utilizamos la técnica Pomodoro: trabajamos media hora, descansamos cinco minutos y volvemos a trabajar otra media hora. Cada uno avanza en su texto, pero nos quedamos con las cámaras encendidas, acompañándonos. Al trabajar junto a más personas se genera una especie de respeto al tiempo que se comparte y que hemos reservado para escribir; resulta más fácil dejar las distracciones fuera”.
Se cierra con un consejo para que escribir sea más placentero. “La escritura es muchísimo más que ese momento en que nos sentamos frente al computador. Por el contrario, se nutre de lo que leemos y escuchamos, de nuestras conversaciones, de los descansos, de nuestro movimiento, ¡hasta de lo que comemos!”.
Perfil de participantes
“La mayoría son personas que escriben para la academia, como tesistas o investigadoras e investigadores, pero también hemos tenido personas que escriben blogs o que su trabajo implica elaborar informes y proyectos”, cuenta Soledad.
¿Y por qué participan?
Hay varios motivos, dice Soledad. Por ejemplo, despejar tiempo para obligarse a escribir en medio de la rutina.
O combatir la procrastinación, el síndrome del impostor(a) y la frustración.
Y otro motivo que Soledad mencionó y me abrió la cabeza: aceptar que la escritura tiene etapas.
“Debemos darnos licencia para materializar primeros borradores feos, con párrafos que no funcionan tan bien. Existe un tras bambalinas que consiste en hacer esquemas, rayar hojas, ensayar ideas escribiendo a mano, registrar el proceso; es decir, hay ‘mucha escritura tras la escritura’ que no se valora porque no aparece en el texto final, pero que es necesaria para que ese texto exista”.
Recursos para escribir
Lo último que le pregunté a Soledad fue por libros y recursos para la escritura, sea académica o de otro tipo. Me mencionó autoras y yo rescaté algunos libros específicos:
Helen Sword: Air & Light & Time & Space: How Successful Academics Write.
Patricia Goodson: Becoming an Academic Writer: 50 Exercises for Paced, Productive, and Powerful Writing y 90 Days, 90 Ways: Inspiration, Tips & Strategies for Academic Writers.
Pat Francis: Inspiring Writing in Art and Design.
Laia Jufresa: su comunidad y podcast Escribir es un lugar.
Joli Jensen: Write No Matter What: Advice for Academics.
Barbara Sarnecka: The Writing Workshop: Write More, Write Better, Be Happier in Academia.
En el Instagram de Urdimbre alguien recomendó How to write a lot de Paul J. Silvia.
¿Quieres sumarte a Urdimbre?
El costo mensual para participar de la comunidad de Urdimbre es de $20.000 al mes. Para más información revisa su sitio web, su cuenta de Instagram o escríbeles a su correo: urdimbreescritura@gmail.com
Muchas gracias por llegar hasta acá.
Yo estoy leyendo dos libros que ya te comentaré: el volumen de relatos Preferiría que me imaginaran sin cabeza, de María José Bilbao (Montacerdos, 2022), y A lo lejos, de Hernán Díaz (Impedimenta, 2020), novela finalista del premio Pulitzer.
Te quería pedir dos favores:
Si te gustó este boletín, reenvíalo a alguien para que se suscriba.
Si quieres apoyar mi trabajo, considera hacer una donación. Sería una gran ayuda.
La próxima entrega de Hipergrafía llegará a tu correo el jueves 2 de junio de 2022.
Conversemos: estoy en Twitter e Instagram.
También escribo Sala de herramientas, un boletín para profes virtuales, trabajadores remotos y procrastinadores seriales.
Eso es todo, cierre de transmisiones.
Me voy a leer.
Pato
Tengo la curiosidad de saber si para poner esas citas en IG tienes que pedir permiso a la editorial o a la autora.