Hola 👋
❋
Los primeros cuatro meses del 2025 han sido fructíferos en lecturas: un clásico, un libro que abandoné y retomé, una novela gráfica (leo pocas y me encantan), una crónica de amor y viaje… Algunos llegan a mis manos, otros acumulan polvo en el librero. Y están los que elijo en la Biblioteca Pública Digital, el mejor invento del mundo. A veces escucho recomendaciones; otras, me guío por mi instinto. Este es un balance que nadie pidió y que de todas maneras haré, porque si voy a joder con algo es con los libros que leo.
Un recordatorio: al final de este envío están los enlaces a todos los títulos que mencionaré.
❋
❋
El año empezó con Baumgartner, de Paul Auster. Como mi memoria es frágil, pensé que era mi primero de este autor. Error: el 2014 leí La noche del oráculo. ¿Como lo sé? Porque soy un obsesivo que registra todo lo que lee. En fin. Me pareció bien Baumgartner, lo leí con interés, me conmoví con la ternura de su protagonista, un anciano que abandona el luto y se vuelve a enamorar. Pero según mi amigo Joaquín Escobar, es de las novelas más débiles de Auster. Si lo dice él, le creo. Así que algún día tendré que leer sus novelas policiales.
❋
También en enero leí Camino al este, del cronista argentino Javier Sinay. Es curioso: hace muchos años entrevisté a Sinay por su trayectoria en el periodismo narrativo, pero no había leído ninguno de sus libros. Ahora saldé la deuda y disfruté este diario íntimo de viaje, donde examina el amor propio y ajeno, mientras recorre Europa y Asia para reencontrarse con su amada. Tiene un humor particular y una honestidad envidiable. Dudo que algún día yo pueda escribir algo así, transparente, íntimo. Quizás cuando tenga 90 años y ya todo me importe una mierda.
❋
❋
En febrero me reencontré con Panza de burro, de Andrea Abreu. Lo empecé hace algunos años, me aburrí y lo abandoné. Siempre quedó en una posición privilegiada en el librero. De pronto lo vi, empecé de nuevo y no pude parar. “Así hablaba mi abuela”, pensé mientras avanzaba. Curioso, porque mi abuela era chilena y no de las Islas Canarias. No creo que sea un libro para todo el mundo. Para mí el estilo de narración fue familiar y desafiante, pero para otros lectores puede ser extraño e intrincado. Si quieres disfrutarlo debes sumergirte en su habla, bañarte con su léxico, dejarte seducir, no intentar entender todo. En el extravío y en la familiaridad está el encanto del estilo de Abreu.
❋
La siempre generosa editorial Montacerdos me envió un ejemplar de El más ancho pensamiento, de Leonardo Vanzi, un astrónomo italiano avecindado en Chile. Este es un libro donde se cruza la ciencia, los cielos, la poesía. Vanzi parece más chileno que los porotos: cita a Violeta Parra y a Gabriela Mistral. Es un científico con alma de poeta y espíritu de filósofo. “No es necesario ser astrónomo para descubrir en la inmensidad de la noche nuestro breve rol en la obra cósmica”, escribe. Un libro de reflexiones breves sobre la inmensidad del cosmos y nuestro lugar en el mundo.
❋
❋
Leí una novela gráfica y volvió un cuestionamiento a mi cabeza: ¿por qué diablos no leo más novelas gráficas? Endurance, de Luis Bustos, narra la hazaña de sobrevivencia de Ernest Shackleton y toda su expedición durante casi dos años —¡dos años!— en el frío inclemente de la Antártica. Bustos cuenta la historia con agilidad y utiliza blanco y negro para representar el frío y el agotamiento, el viento y el terror, las olas y el hielo. Me recordó a la hazaña de los uruguayos en los Andes, en 1972. En ambas experiencias los cuerpos son sometidos al extremo y las cabezas son desafiadas hasta su límite. Me lo devoré en dos o tres días y el frío siguió en mi cabeza.
❋
Prometí que este año 2025 leería más clásicos. Cumbres borrascosas de Emily Brontë fue el primero de, espero, muchos más que vendrán. Escribí sobre este pedazo de libro en la edición 88. Solo agregaré que ahora sonrío cada vez que me topo con una referencia a la novela. Siento que conquisté un nuevo territorio para mi bagaje cultural que, intuyo, no hará más que expandirse.
❋
Uno de los libros más delirantes de este comienzo de año fue Las huellas del sol, de Walter Tevis, el autor de Gambito de dama. Esta es la historia anticipatoria de un millonario estúpido. No, no es Elon Musk… pero diablos, Tevis se anticipó 40 años — la escribió en 1983— a los delirios del dueño de Tesla. El protagonista, Ben Belson, vive en un mundo que se ha quedado sin petróleo y decide viajar al espacio a buscar nuevas fuentes de energía. Es un viaje de redención: Belson cree que su ímpetu mesiánico salvará al mundo. Esta historia absurda, enardecida, disparatada, es la que más me cautivó en estos primeros meses del año.
❋
❋
La novela con la que cerré abril es Todos nuestros fuegos, de Karen Codner. Es una novela con una narración pendular. La protagonista, una joven judía que pierde a casi toda su familia, menos a su padre, en un incendio, vive desdoblada en el tiempo y en el espacio. Quiere cambiar su nombre para cambiar su ahora, pero el ayer la acecha. Su cuerpo parece estar en el presente, pero su cabeza está refugiada —o busca amparo— en el pasado. Karen es muy hábil para trenzar los dos tiempos, que se diluyen, se separan y se vuelven a mezclar. Esta novela es, además, el relato de una religiosidad familiar intensa, que implosiona con la tragedia del fuego y que luego se desvanece en el aire. Una lectura intensa, que arde lentamente.
Me creo Youtuber
Esta es una sección que también tengo en mi otro boletín Sala de herramientas. Recientemente subí dos videos que te pueden interesar: un comentario sobre librerías que transforman vidas y mi selección —muy atrasada— de los tres libros que más me gustaron el 2024.
→ En YouTube subo videos sobre tecnología, cultura, newsletters… ¡y libros!
Eso es todo, cierre de transmisiones.
Me voy a leer.
Pato
Enlaces a libros
En esta sección encontrarás enlaces afiliados a los libros que mencioné arriba. Esto significa que si compras alguno a través de Buscalibre, recibiré una pequeña comisión que no afecta el precio final para ti. Es una forma sencilla de apoyar este boletín y contribuir a que siga creciendo. ¡Gracias por tu confianza y por leerme!
Baumgartner, de Paul Auster.
La noche del oráculo, de Paul Auster.
Camino al este, de Javier Sinay.
Panza de burro, de Andrea Abreu.
El más ancho pensamiento, de Leonardo Vanzi.
Cumbres borrascosas, de Emily Brontë.
Las huellas del sol, de Walter Tevis.
Gambito de dama, de Walter Tevis.
Endurance, de Luis Bustos.
Todos nuestros fuegos, de Karen Codner.
Gracias Patricio por haber leído “Todos nuestros fuegos”. Tu opinión es muy valiosa.